Nussa Lembogan

Me escapo el fin de semana a una isla. En el barco conozco a dos australianas que me adoptaron rapidamente y entre las alquilamos la cabanita mas barata y divina de la isla. Detalle que no hay mas que surf y buceo y no hago ninguno de los dos. Asi que me consigo una moto-taxi que me lleve a la mejor playa de la isla que no resulto nada deslumbrante y pase la tarde ahi.
El domingo las chicas surfearon por la maniana mientras las miraba desde la hamaca paraguaya. Fuimos a almorzar y en el camino de vuelta nos paramos en un puesto de comida a chusmear y un flaco que estaba comprando algo nos invita a pasar a su casa que habia una celebracion. Ellas se iban a surfear pero yo me prendi inmediatamente. Era el "bautismo" del sobrino por asi decirlo ya que eran hindues. Entro a la casa, al patio, donde habia unos veinte hombres sentados con paniuelos especialmente doblados en la cabeza, tomando te y rodeados de instrumentos. Alejadas a un costado, las mujeres, sentadas en los escalones del pequenisimo templo. Dentro de este un hombre todo de blanco tocando una campana rodeado de ofrendas, flores, inciensos, frutas y un chancho entero asado!!! Los hombres se ponen a tocar la musica, los padres del ninio lo visten con ropas blancas y entran al templo. Habran sido unos 20 minutos donde se sentaron padres e hijo mientras el hombre de blanco y otra mujer los bendecian (supongo) ponian, flores, tes, agus, aceites, arroz, hojas de banana, hilos (!) y demas en sus cabezas y manos. Fue realmente emocionante. Y bizarro. En el medio el nene de 6 meses se largaba a llorar como loco, la madre pelaba teta y lo calmaba. Mientras seguian con todo. La verdad, inolvidable. Cuando todo termino, salimos de la casa a una chocita en frente donde estaban los amigos del que me invito. Celebrando, tomando Jack Daniels ya que el dia lo ameritaba (eran las 4 pm y ya quedaba un dedo). Me sente con los muchachos tomando unas cervezas y riendonos mucho (y si, estaban en pedo). Al rato llego el chanchitoooo, delicioso que habian cocinado durante 7 horas en las brasas. Se acercaba el atardecer y fuimos a un acantilado a verlo. Un dia espectacular como pocos.